jueves, 30 de julio de 2020

OLIVIA DE HAVILLAND



Olivia Mary De Havilland, conocida artísticamente como Olivia de Havilland, nació el día 1 de julio de 1916 en la ciudad japonesa de Tokio, hija de padres británicos. 


Su padre trabajaba como abogado y su madre era actriz. En su niñez y tras el divorcio de sus progenitores, Olivia se trasladó con su madre y su hermana la también futura actriz Joan Fontaine al estado norteamericano de California. Mientras realizaba sus estudios comenzó a actuar en pequeñas producciones universitarias de teatro. Max Reinhardt, el afamado productor y director, se fijó en ella durante una representación teatral de la conocida comedia de William Shakespeare "El sueño de una noche de verano". Gracias a Reinhardt, Olivia se introdujo en el teatro profesional interpretando la misma obra y, con posterioridad, en el mundo del cine, debutando también con el citado trabajo del famoso dramaturgo inglés. El sueño de una noche de verano (1935) fue una película dirigida por Max Reinhardt y William Dieterle para la Warner Bros. Ese mismo año compartió protagonismo por primera vez con Errol Flynn en El Capitán Blood (1935), un título de aventuras realizado por Michael Curtiz. La pareja de intérpretes, tras el éxito comercial del filme, pronto se haría asidua en la gran pantalla, interviniendo juntos en un buen número de estupendos títulos.

La segunda mitad de los años 30 y la década de los 40 fue la mejor etapa profesional de Olivia de Havilland, ya que participó en películas como El caballero Adverse (1936) de Mervyn LeRoy, La carga de la brigada ligera (1936), título en el que volvía a coincidir con el tándem Curtiz/Flynn, Es amor lo que busco (1937), una comedia dirigida por Archie L. Mayo, o Robin de los bosques (1938), su tercera colaboración con Michael Curtiz (ayudado en la dirección por William Keighley) y Errol Flynn, una asociación que continuaría con El hombre propone (1938), comedia alejada de sus antiguas andanzas de época, y el apreciable western Dodge, ciudad sin ley (1939).

El año 1939 quedó señalado para Olivia por su participación en la superproducción de David O. Selznick Lo que el viento se llevó (1939), película mítica que sería dirigida, entre otros (como George Cukor), por Victor Fleming. Olivia fue nominada al Oscar como mejor actriz secundaria por su actuación, pero no logró la estatuilla que fue a parar a manos de su compañera de reparto Hattie McDaniel. Ese mismo año intervino en el estimable filme La vida privada de Elizabeth y Essex (1939), título con Bette Davis y de nuevo Errol Flynn y Michael Curtiz en la dirección.

La séptima colaboración con Flynn y Curtiz fue el western Camino de Santa Fé (1940), en el que también intervenían Raymond Massey y Ronald Reagan. Este fue el comienzo de una nueva década que le volvería a proporcionar nuevos éxitos artísticos. Por la magnífica Si no amaneciera (1941) de Mitchell Leisen, Olivia volvió a ser nominada al Oscar, aunque ahora en la categoría de mejor actriz principal. Curiosamente la estatuilla se la arrebató su hermana Joan Fontaine por su interpretación en la película de Alfred Hitchcock "Sospecha".

Tras títulos como La pelirroja (1941), Murieron con las botas puestas (1941), su última película con Errol Flynn dirigida por Raoul Walsh, Como ella sola (1942), título de John Huston en el que interpretaba a la hermana de Bette Davis, Olivia de Havilland entabló un pleito judicial contra la Warner, ya que el poderoso estudio, en represalia por los enfados y quejas de Olivia debido a los melifluos personajes que la compañía le proporcionaba, le suspendió durante seis meses sus apariciones cinematográficas. La actriz les demandó cuando la propia empresa al finalizar su largo contrato de siete años le requirió para que prorrogase su trabajo en la Warner durante el tiempo que había durado ese infructuoso periodo de "castigo". Los tribunales finalmente le dieron la razón a Olivia, fijando la jurisprudencia que los contratos de los actores no podrían superar los siete años de duración. Lo más lamentable de este largo pleito judicial había sido que en cerca de tres años Olivia no pudo rodar ninguna nueva película.

Retornó al cine con A través del espejo (1946), un filme realizado por Robert Siodmak. En ese año intervino también en Vida íntima de Julia Norris (1946), una película de Leisen por la que obtuvo el Oscar a la mejor actriz. Para ese mismo premio optó por su magnífica actuación en Nido de víboras (1948). No pudo repetir el triunfo anterior ya que Jane Wyman se llevó la estatuilla por su interpretación en "Belinda". Con La heredera (1949), película de William Wyler co-protagonizada por Montgomery Clift, Olivia sí que consiguió de nuevo el famoso galardón cinematográfico. Este filme casi puso punto y final a su regularidad en la pantalla grande, ya que a partir de esa fecha retornó con asiduidad al teatro y se involucró en el floreciente medio televisivo.

Mi prima Rachel (1952), No serás un extraño (1955), El rebelde orgulloso (1958), -dirigida de nuevo por Michael Curtiz -, Luz en la ciudad (1962) y Canción de cuna para un cadáver (1965) son los títulos más interesantes del último periodo de su carrera. Después de El quinto mosquetero (1979) abandonó definitivamente la gran pantalla. Olivia de Havilland se casó en dos ocasiones. La primera en 1946 con el novelista Marcus Goodrich, del que se divorció en 1953; y la segunda con el escritor y editor francés Pierre Galante, con quien contrajo matrimonio en 1955 y con el que sigue actualmente emparejada. Olivia de Havilland falleció de muerte natural a los 104 años de edad en París (Francia) el 26 de julio de 2020.

Carteles de los FILMES mencionados:













Fuente: alohacriticon.com
Fotografía: listas20minutos.es
Carteles películas: cartelespeliculas.com/todocoleccion.net/fotos.org/cine.fnac.es